viernes, 25 de mayo de 2012



BERMEO (Bizkaia)

 

Es verdad que la vida se compone de continuos presentes en los que, a veces, recordamos el pasado y nos equivocamos al hacer planes para el futuro, que casi nunca se cumplen.

En ese ir y venir del presente hacia los recuerdos, que configuran parte de mi pasado cercano, hoy, sin saber por qué, me encontré a mediados del mes de agosto pasado; más concretamente,  en el viaje que hicimos a Bilbo (ciudad que se me hace muy agradable de visitar).

Uno de los días que estuvimos allí, Armando (el perfecto cicerone), nos llevó a través de algunos de los lugares (pueblos y paisajes) de Bizkaia. 

Después de comer fuimos por la carretera que va casi tocando el mar. En un momento dado, al girar una curva vi el perfil de una isla. En el cerebro, con luminarias, se me encendió el  letrero: Ízaro films presenta…


En la parte alta de la isla de Izaro hubo un convento de franciscanos hasta el siglo XVIII. Posteriormente, se construyó la Ermita de la Magdalena. La isla, junto con la ría de Urdaibai, es zona ecológica protegida. 

Poco después entrábamos en el puerto de Bermeo.
Puerto de Bermeo, 2011

Bermeo, 2011

Entrada al Torreon Ercilla - Bermeo, 2011


Casas del Puerto de Bermeo, 2011
Bermeo, 2011
Después continuamos viaje hasta Bilbo






miércoles, 16 de mayo de 2012




Expone  Laviña


Tengo en la mano la invitación, que acabo de recibir, de Fernando García Laviña; invitación que os hago extensiva a todos aquellos que queráis asistir. Allí nos veremos.





Fernando expone después de un largo periodo de silencio, desde  los primeros años de la década de los 80 del siglo pasado.

Fernando García laviña, 2012 (52x52 cm.)

A partir del día 18 de mayo hasta el 18 de Julio podréis ver en la Galería Periferi-Art de Lleida, poemas negros como éstos.

Fernando García laviña, 2012 (68,382,3 cm.)


domingo, 13 de mayo de 2012



Una sesión de trabajo: de la búsqueda o la experimentación



José G. Ramos, 2012-35  (19,1x13,1 cm)
A veces, las cosas en apariencia más fáciles de explicar, entrañan una compleja dificultad imprevista, en sus detalles. Éste es el caso sucedido al  intentar exponer, de forma genérica y sintética, lo que se viene a hacer en una sesión de trabajo.

Una sesión puede no parecerse en nada a otra, debido a la diversificación de acciones que se lleva a término en el estudio, o taller, para conseguir un resultado cercano a lo que se persigue. Debido a esto, precisamente, las sesiones pueden tener una duración, en cómputo de tiempo, distinta. 


José G. Ramos, 2012-68  (9x28 cm)

La variabilidad viene dada, como es evidente, por el tipo de trabajo sistemático que esté realizando en ese momento, que conlleva un nivel de reflexión paralela y que nos conduce a uno u otro tipo de experimentación o búsqueda. No obstante, en una sesión de trabajo suele haber una cierta constante en las actividades que se realizan.


José G. Ramos, 2012-32  (16,7x13 cm)

En una sesión cualquiera suelo llevar a cabo diferentes tipos de labores: elección y preparación de materiales, la elección del soporte (tipo y formato), el estudio y concreción de las ideas surgidas con anterioridad, el desarrollo de esquemas y esbozos a partir de nuevos hallazgos, la acción concreta, en el soporte definitivo, del tema que se está trabajando y otras más… 

Esta diversificación de acciones permite plantearse o bien experimentar de forma  constante y, en ciertos momentos,  llevar a cabo diferentes líneas de trabajo casi en el mismo espacio-tiempo de una sesión.

Como ejemplo de esta búsqueda o experimentación os muestro, en esta entrada, algunos de los resultados que estoy consiguiendo, a partir de la elección y manipulación del soporte en diferentes formatos.


José G. Ramos, 2012-30  (10,1x20,5 cm)




sábado, 5 de mayo de 2012


¿Cantidad o calidad?



Me sorprende que la gente del barrio, muestre interés por la cantidad de horas de trabajo que dedico a mi obra. Es habitual que cuando salgo (sin cambiarme, con la ropa llena de goterones de pintura)  a tomar un café en el correspondiente bar de chinos, cercano a casa, o a hacer un recado o a realizar una compra imprescindible, y me encuentro con algún vecino, de los que me conocen desde hace años, éste reacciona casi siempre de la misma manera:
·         ¿Qué, estas pintando?

Sin apenas darme tiempo a responder suelen añadir, a renglón seguido, la segunda pregunta, que también es la misma de siempre.
·         ¿Y tú cuantas horas diarias dedicas a pintar?
·         Depende…
·        
·         Yo no contabilizo el tiempo de dedicación por horas. Yo divido mi actividad en sesiones de trabajo, que no tienen una duración uniforme. A lo largo del día, suelo hacer de una a tres sesiones.


José G. Ramos, 2001/71. Mixta. 30,3x23,3 cm

El interés que manifiestan viene motivado por el saber cuanto dinero puedo llegar a ganar. Después de estas preguntas rituales la conversación puede derivar por diferentes derroteros, pero nunca hacia inquirir por las bases o fundamentos estéticos de mi trabajo.